Profesión solemne de Fray César de Nazaret Blanco Hernández

Con inmensa alegría recibimos la Profesión Solemne de Fray César de Nazaret Balnco Hernández en nuestra iglesia parroquial de San José Obrero, de Castellón

«Suba a ti, Señor, mi oración, como incienso en tu presencia; el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde» (Salmo 141, 2).
Algo así debió expresar en su interior Fr. César de Nazaret Blanco Hernández el pasado sábado, día 24 de abril, al emitir la Profesión Solemne en la Orden de la Merced, Provincia de Aragón.

Tan grato y emotivo acontecimiento tuvo lugar en la iglesia parroquial de San José Obrero, de Castellón, en la celebración eucarística de las 19 horas, presidida por el Superior Provincial, Fr. José Juan Galve Ardid.

Concelebraron los tres sacerdotes de la comunidad mercedaria de Castellón, PP. Florencio Roselló, José María Oriola y Francisco Sanz, así como numerosos sacerdotes mercedarios procedentes de las comunidades más cercanas de El Puig (PP. José Sesma y Cristian Peña) y Valencia (PP. Juan Lorenzo y Joaquín Pina), y de otras más distantes como Barcelona (P. Domingo Lorenzo), San Ramón (P. Luis Mejía) y El Olivar (P. Fernando Ruiz).

Estaban también los profesos FF. Diego Pepió, Alejandro Tribiño y Rubén Darío Arrias, los novicios mercedarios, el P. Ramón Villagran, mercedario de la Provincia de Chile, algunos sacerdotes de la Diócesis y algún conocido de Fr. César. La iglesia parroquial se llenó de feligreses que quisieron arropar a Fr. César y dar gracias a Dios por su consagración definitiva al Señor en la Orden de la Merced. Hubo presencia venezolana en un matrimonio conocido de Fr. César, procedente de su ciudad natal, San Juan de los Morros (Venezuela).

Toda la celebración resultó muy agradable, animada por el coro juvenil de la parroquia San José Obrero. En la homilía el P. Provincial dio gracias a Dios que sigue suscitando la vocación religiosa y a César, que escuchando su llamada le ha dicho «sí», y le exhortó a seguir los pasos de san Pedro Nolasco y de grandes religiosos mercedarios de ayer y de hoy, sabiendo que la misión mercedaria en la Provincia es de frontera, muchas veces dura y no siempre reconocida.

Momento muy emotivo fue la postración de Fr. César mientras se cantaban las letanías, la emisión de su Profesión Solemne, la entrega de la Liturgia de las Horas, de la Regla y Constituciones de la Orden, y el abrazo fraterno.

Terminada la Eucaristía se invitó a los participantes a compartir un refrigerio en las dependencias parroquiales, lo que fue ocasión para que los asistentes felicitaran a Fr. César y para la convivencia en un ambiente distendido.

Que el Señor, que empezó en Fr. César la obra buena, él mismo la lleve a término.