Profesión solemne de Fr. Alejandro Rincón en la capilla del colegio Tirso de Molina de Caracas

Aprovechando la semana de crecimiento formativo y de evaluación con respecto a la situación del país que ha influido, tanto en la vicaría como en los frailes, se cierra este encuentro con la profesión pública de los votos solemnes de fray Alejandro Rincón Quiroz, siendo tal acontecimiento un signo esperanzador y un gozo en el marco del año jubilar.

La profesión de votos solemnes se realizó dentro de la Eucaristía, iniciando esta a las 17:30, hora local, en la Capilla Nuestra Señora de la Merced del Colegio Tirso de Molina, San Bernardino – Caracas. Los frailes sacerdotes que estuvieron presentes: Marcos Sanchez Ráfales (presidente de la celebración); Ponç Capell y Nestor Burgos (como con-celebrantes principales); Guillermo Ripoll, Francisco Bernardo, Naith Godoy, Juan Duque e Yvan Echeverría (con-celebrantes secundarios); Richard Godoy y Bladimir Pérez (apoyando al coro). Y el maestro de ceremonia, el fraile de votos simples, Andrés Jaime. Además, un estudiante del Colegio colaboró como monaguillo de la Celebración.

Entre los asistentes, familiares de fray Alejandro Rincón Quiroz: sus padres: Antonio Armando y Rosa Ilda, y su prima María Hercilia; amigos de Maracay, Carapita y Catia; además, las hermanas de Nazaret, hermanas del Apostolado del Bien, los fieles asistentes locales y colaboradores de la catequesis y de la pastoral que se labora en el Colegio. El Coro que animó con los cantos y las letanías, es el que anima las Celebraciones en esta Capilla.

 

La ceremonia se realizó con toda la sencillez y decoro que merece tal momento: después de la monición de entrada, el coro comenzó a cantar y la procesión de frailes inició desde la puerta central del templo, fray Alejandro ya estaba esperando la celebración junto con su familia y amigos cercanos en el primer banco (frente al ambón), la sede estaba frente al altar, y desde allí se hizo la profesión. Aprovechando la octava de Pascua, la Liturgia de la Palabra fue la correspondiente a ese día (jueves 05 de abril de 2018): 1ª Lectura leída por la prima de fray Alejandro, María; salmo, leído por la fiel colaboradora y catequista, Elsa; y el Evangelio, proclamado por fray Juan. Después de la lectura del Evangelio, fray Ponç presenta a fray Alejandro Rincón Quiroz, y éste responde frente al presidente: presente. El presidente, como delegado del Provincial y Vicario de Venezuela, le interroga; al responder, éste confirma tal afirmación y seguidamente el solicitante se dirige a su puesto. El presidente sigue con la homilía, la cual fue una exhortación dirigida al profeso, a la luz de la Palabra (Dios tiene misericordia de ti al curarte; y que Él te ha permitido que le conocieras “al partir el pan”); agradeció a sus padres la donación de un hijo y la oración por él, como las plegarias de los fieles por las vocaciones y la perseverancia de quienes han asumido este reto, y acotó la correspondencia a estos ruegos a través del testimonio que hay que cumplir; y, además puntualizó los retos, desafíos, gozos y tentaciones que implica este camino a la luz de una catequesis de los cuatro votos.

Seguido a la homilía continuó el rito de profesión, y después que el profeso leyó de rodillas la fórmula, se firmó sobre el altar, primero él mismo, y luego los frailes: Marcos, Ponç, Nestor y Guillermo… Después del abrazo fraterno de bienvenida por parte de los frailes, su familiares y amigos directos se unieron con lágrimas a este abrazo como testigos de esta entrega.

La Eucaristía continuó con todo el fervor que merece y antes de culminar, fray Alejandro dio un testimonio del amor de Dios manifestado a través de la Virgen María, apoyado en “los trazos” que él mismo diseñó, y que plasmó en un “marca libro” (que se entregó como recuerdo a los presentes), agradeció a todos y les invitó a unirse a la oración que estaba en el reverso del mismo.

Después de la Bendición final, a los frailes junto al nuevo hermano, le tomaron la foto. Luego, en un salón del Colegio, habilitado para compartir, habían seis tortas, pastas secas, galletas y conque untarlas, jugos, refrescos y café; que fueron donados en coordinación y colaboración con los catequistas, y los demás fieles. Se comenzó este compartir con la acción de gracias y bendición dirigida por fray Alejandro.

Al finalizar, un grupo (entre frailes, las hermanas del Apostolado, el coro, familia y amigos del profeso) de treinta y cinco personas, compartieron la cena dentro de la casa que está al lado del Colegio (casa de Formación La Merced), con un buen menú, sencillo y completo. Esta velada inició con el canto de Bendición, dirigido por fray Bladimir y el coro que le acompañaba, todos apoyamos con las palmas; nos sentamos en torno a cuatro mesas grades para comer: una sabrosa crema, como segundo una deliciosa pasta con una ensalada sustanciosa, y cerramos con una porción de “brownie” ¡qué delicia!

Al terminar la cena, fray Bladimir tocó la guitarra y fray Richard comenzó a cantar y animar a los presentes para que le acompañaran también con las palmas, después de un popurrí gozoso, una joven del coro (Daniela) cantó junto con fray Bladimir la canción “un mercader de libertad”, luego fray Alejandro tomó la guitarra y cantó con ella dos más de su inspiración. Terminado este sencillo concierto, todos agradecidos por la velada, se despidieron dando gloria a Dios y felicitando a la Merced por este fraile que profesó ¡Demos gracias a Dios!