P. Joaquín Millán: Su amor por la Orden de la Merced
Tras muchos libros publicados sobre la Orden de la Merced, el padre Fr. Joaquín Millán demuestra una pasión y un amor inquebrantables hacia ella
Aprovechamos la festividad de San Ramón Nonato para hacerle una entrevista que teníamos apalabrada desde hacía ya un tiempo y que nos hacía mucha ilusión por todo lo que significa su persona dentro de la Orden de la Merced
Fray Joaquín Millán Rubio es sinónimo de sabiduría, disciplina y experiencia.
Aprovechamos un reciente encuentro con él -durante la festividad de San Ramón Nonato en dicho santuario-, para hacerle una entrevista y hablar de todo un poco, sobre todo de su pasión por la historia de la Orden de la Merced.
El padre Joaquín Millán Rubio, nació en Estercuel, Teruel, el 11 de febrero de 1940, cerca el santuario de nuestra Señora de El Olivar. Ingresó en el Seminario Mercedario de Reus (Tarragona) el 29 de septiembre de 1950. Vistió el hábito en Santa María de El Olivar el 20 de septiembre de 1955, para profesar el 24 de septiembre de 1956. Pasó a El Puig de Santa María el 29 de septiembre de 1956 para cursar la filosofía y teología. Fue ordenado presbítero el 27 de junio de 1964 en la parroquia de Santa María de El Puig, ciudad de Valencia.
Desde los once años, en el Seminario de Reus, empezó a buscar datos y escribir sobre la Orden, alentado por el amor a la Merced que le infundió el padre Tomás Tomás Tomás. En los años de seminario mayor de El Puig aprendió del padre Juan Devesa Blanco. Luego la Universidad Literaria de Valencia, en cinco enjundiosos años, lo capacitó para entrar con paso firme en la investigación histórica.
Sus escritos son innumerables, como mil artículos, cien folletos, más de treinta tratados de tomo y lomo.
Su única dedicación ha sido la Orden de la Merced, y el amor a ella ha sido el objetivo único de sus trabajos.
Entrevista
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Soy un fraile mercedario desde antes de ser concebido del vientre de mi madre.
Yo fui engendrado para ser fraile mercedario.
¿Antes?
De siempre.
¿Hace cuánto tiempo que eres mercedario?
Yo ingresé a los 10 años; y por lo tanto llevo ya 73 años de fraile.
Eres historiador. Te gusta la historia. ¿De dónde te viene esta pasión?
A ver, yo soy un historiador, digamos, casero. Es decir, yo he hecho la carrera universitaria en la universidad, pero, sobre todo, soy historiador de mis valores, de los valores de la orden y de todo aquello que yo amo.
No he escrito nada que no sea sobre la Orden de la Merced. Yo me ceñido a escribir sobre la Orden.
Sobre todo, son libros, evidentemente, sobre la Orden de la Merced, ¿pero hay algunos especiales? Bueno, primero, ¿cuántos libros has escrito?
Pues no sé, 30, 40, 50.
¿Tantos libros?
He escrito muchos.
¿Y todos sobre la Merced?
Todos sobre la Merced.
Hay libros de investigación pura, libros que me han costado muchos años. El libro de San Ramón que publiqué hace tres años, me ha costado treinta años; porque los libros de investigación se van recogiendo datos por todo el mundo, hasta que dices, ya tengo bastante para escribirlo.
Y tengo también novelitas de la Orden, donde he hecho una biografía de María de Cervelló, de San Ramón Nonato, una cosa corrida que se escribe muy fácilmente, pero que es muy comunicativa.
Volviendo a este libro de San Ramón, ¿qué es lo que más te impactó conocer de la historia del santo?
Lo que más convence en los santos es su autenticidad. Por ejemplo, hablamos de Ramón Nonato, es un caso especialísimo, porque es un niño de aquí, de la comarca, es un niño de pueblo, un payés, y llega a cardenal. Como es que es posible que un niño de este entorno, payés, llegue a cardenal. Es la autenticidad de la vida de un hombre que sorprende al mundo, y que sorprende al propio Papa. Y que, realmente, se da cuenta de que lo importante es dar su vida a los demás, como mercedario.
Ahora llevas unos años en la comunidad de San Ramón.
¿Cuál es tu tarea principal? O sea, ¿cómo es tu día a día en San Ramón?
¿Cuál es mi día a día? Vivir mis años de mayor. O sea, realmente, yo soy una persona que he trabajado mucho y ahora, pues, estoy un poquito, digamos, de retiro, ¿no? Viviendo del pasado, pero dedicando cada día todo mi tiempo, sobre todo, a lo que es la formación de los novicios. Yo procuro comunicarles a los novicios la vivencia de mi vida, mis experiencias, mi historia, la historia de la Orden, las Constituciones, el amor a la Orden y, aparte de eso, sigo escribiendo. Yo ahora mismo tengo en el ordenador tres libros, que estoy echando para delante, ¿no?
¿Cuáles son? ¿Nos los puedes decir?
Uno de ellos es sobre documentación real. Otro es la biografía del Padre Presentat, que si Dios quiere será beatificado muy pronto, y que es un testimonio muy bonito. Y otro tengo también de recogida de documentación antigua.
Hoy precisamente es el día de San Ramón…
De San Ramón Nonato.
… último día de agosto ¿Cómo celebráis este día? ¿Qué hace este día tan especial?
Mira, lo que procuramos, sobre todo, atender a la gente que viene.
Acabas de verme con una pareja que viene hace años porque la mujer tuvo cinco abortos, y alguien le habló de San Ramón, vino a San Ramón, y luego ha tenido tres hijos. Después de cinco abortos ha tenido tres hijos y toda la familia vienen a agradecer a Dios el don de la vida. Y esto es algo que lo palpamos diariamente, la presencia de Ramón actuando, haciendo favores, ayudando a la gente, sobre todo, en el sentido de la vida. Recordad que San Ramón nació sin nacer, que nació después de muerta su madre, porque el vizconde de Cardona se dio cuenta que en el vientre de la difunta había una vida y abrió el cadáver y saco al niño Ramón. Y esto es un signo permanente en la vida de San Ramón, el dar vida, el comunicar vida, el dar sentido a la vida.
¿Vienen aquí durante todo el año las mujeres que desean quedarse embarazadas, o solo en el día de hoy?
Este santuario está abierto todos los días y todo el día entero. Y viene mucha gente, vienen de todas las partes. Vienen a pedir la vida y a agradecer la vida, porque muchas veces vienen luego, al cabo del tiempo, a decir: «tuve un hijo, gracias a que vine a San Ramón». Pero también viene mucha gente que llora a San Ramón, que da gracias a San Ramón por muchas cosas, porque San Ramón es un santo universal. Es un taumaturgo que atiende a cualquiera que acude a él.
De toda la trayectoria que tienes de tantos años de ser mercedario, ¿nos puedes explicar alguna anécdota que te haya pasado, que siempre recuerdas o que te impactó?
Mira, yo recuerdo que, con el Padre José Sesma, que bien conocéis, él siendo provincial y yo secretario suyo, me invitó a ir a América. Y, bueno, pues vamos a América, yo encantado, ¿no? Pero Dios me llamaba allí, porque el arzobispo de Panamá lo que hizo es llevarme… lo que yo quería ver era el Canal de Panamá y la iglesia de la Merced, pero el arzobispo de Panamá lo que hizo fue llevarme a El Chorrillo, que era el barrio más miserable de toda América. Y llegar allí y verme rodeado de 30, 40, 50, no sé cuántos niños, medio descalzos, evidentemente desnutridos, aquello cambió mi vida. Porque yo en aquel momento ya decidí que mi camino iba a ser aquel. Y, de hecho, durante ocho años dejé todo lo que era escribir y producir, dejé todo, todo, todo, y me dediqué enteramente a ayudar a aquella gente hasta que la obediencia me volvió de nuevo a tomar mis papeles, y mis libros, y mis apuntes, y todo lo que tenía recogido para hacer historia.
De hecho, eres el mercedario de la Provincia de Aragón que más libros has escrito, ¿no?
Bueno, no lo sé.
El Padre Millán, ¿no?
Yo he escrito mucho. Pero además tengo otra cosa que es peculiar, y es que yo publico libros que no han publicado otros. O sea, yo busco libros que no se han publicado y los publico. O libros que tuvieron poca divulgación y los vuelvo a publicar. Sobre todo, esto, lo he hecho mucho con los escritores que murieron en la guerra. Del Padre Sancho, Manuel Sancho, he publicado muchos libros, porque creo que es importante que todo esto que es un bagaje histórico y cultural de la Orden, pues se difunda y sea conocido.
Pues muchísimas gracias, un placer.
Bueno, el gusto es mío y que me honréis así, ¿no?