Ordenación Sacerdotal de Fr. Domingo Armando Martínez y Ordenación Diaconal de Fr. Celso Jiménez en La Merced de Antigua Guatemala
Con una gran alegría recibimos la Ordenación Sacerdotal y Ordenación Diaconal de nuestros hermanos Fray Domingo Armando Martínez y Fray Celso Jiménez celebradas en La Merced de Antigua Guatemala el pasado 13 de mayo
El pasado sábado 13 de mayo, fiesta de nuestra Señora del Rosario de Fátima, la iglesia de la Merced de Antigua Guatemala ha sido una vez más testigo del «Sí» a Cristo de dos religiosos mercedarios: Fr. Domingo Armando Martínez Hernández, salvadoreño, conventual de la comunidad de Antigua, recibió el ministerio sacerdotal y Fr. Celso Jiménez Reyes, guatemalteco y destinado en la comunidad de El Salvador, recibió el ministerio del diaconado.
La eucaristía estuvo presidida y les confirió los ministerios, Mons. Oswaldo Escobar Aguilar, Obispo de Chalatenango (El Salvador) y antiguo profesor de los dos religiosos.
Fr. Domingo Armando y Fr. Celso estuvieron acompañados en este día tan importante para ellos de religiosos de las comunidades mercedarias de Guatemala, El Salvador y Panamá.
Junto al obispo estaban el P. José Zaporta, vicario provincial de la Vicaría Mercedaria de Centroamérica y el P. Dionisio Báez, superior de la comunidad de El Salvador. Once sacerdotes concelebraron la eucaristía.
La Iglesia de la Merced vistió sus mejores galas para esta solemne eucaristía y para acoger a las familias de Fr. Domingo Armando y Fr. Celso que los acompañaron en este día. También amigos y fieles de Guatemala, El Salvador y Panamá, así como los postulantes mercedarios, Monjas de la Orden, Mercedarias Misioneras de Barcelona y Religiosas de la Orden de la Merced.
En la homilía Mons. Oswaldo Escobar animó al nuevo sacerdote y al nuevo diacono a vivir el ministerio que iban a recibir desde su carisma mercedario, siguiendo a Cristo, el buen pastor y con la disponibilidad de la virgen María.
Fr. Domingo Armando Martínez una vez ordenado sacerdote, se puso junto al obispo y celebró ya su primera misa, sus manos consagradas, ya consagraron el pan y el vino de la eucaristía.
Fr. Celso Jiménez como diácono sirvió al altar.
Ambos dieron la comunión a los fieles que se acercaron a recibir la santa comunión.
Damos gracias a Dios por la vida y el ministerio de estos hermanos nuestros y oremos por su entrega y fidelidad.