Los Mercedarios como capellanes, son el rostro de la Iglesia que los privados de libertad conocen
Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, presidió la celebración de la Virgen de la Merced en la Iglesia de la Merced en el Casco Antiguo de la ciudad de Panamá
[Nota de Prensa de la Oficina de Comunicación y Prensa de la Arquidiócesis de Panamá]
La Iglesia Católica cada 24 de septiembre celebra a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de la Merced, nombre que evoca la misericordia de Dios y signo de liberación; patrona de la Orden de los Mercedarios, Centros Penitenciario, esclavos y privados de libertad.
El arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, al presidir esta Eucaristía señaló: «los Mercedarios como capellanes, son el rostro de la Iglesia que los privados de libertad conocen».
En esta Misa celebrada en la Iglesia de la Merced en el Casco Antiguo, monseñor José Ulloa Mendieta, agradeció a los frailes Mercedarios por esa misión que realizan como capellanes a través de la Pastoral Penitenciaria para redimir cautivos en cada una de las cárceles, porque «ninguna celda puede impedir que entre la esperanza, y ustedes son el rostro de la Iglesia que los privados de libertad conocen».
«Los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria son testigos de la misericordia de Dios para los hombres y mujeres en prisión», aseguró Mons. Ulloa Mendieta.
«Cada año la Iglesia Católica el 24 de septiembre, realiza en las capillas y parroquias de la Arquidiócesis una segunda colecta, dinero que es destinado para apoyar la Pastoral Penitenciaria«, dijo el arzobispo José Ulloa.
La comunidad religiosa de la Orden de los Mercedarios, desde su fundador San Pedro Nolasco, se han dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y esclavos; desde su llegada a Panamá a través de la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis brindan acompañamiento en el Centro Penitenciario la Joyita, la Gran Joya, la Nueva Joya, el Renacer y el Centro Femenino de Rehabilitación, además de las cárceles del interior del país.
Fray Yván Echeverría, mercedario y miembro de la Pastoral Penitenciaria, señala que llevan gestos de humanidad, cercanía, fraternidad, palabras de aliento, dignidad y sobre todo animándolos desde el amor de Dios a retornar a una nueva vida, así como el hijo pródigo retornó a la casa del Padre.
«El objetivo fundamental de la Pastoral es ayudar en la resocialización de los privados de libertad, formándoles a través de la educación y la práctica de los valores morales», explicó Fray Echeverría.
Finalizada la Eucaristía en la Iglesia de la Merced, algunos ex privados de libertad dieron su testimonio de cómo Dios tocó su corazón y ese acompañamiento recibido por los frailes Mercedarios; también se realizó Misa Solemne en honor a la Virgen de la Merced en los centros penitenciarios y procesión con la imagen.
La iconografía que representa a la Virgen de la Merced a partir del siglo XVI consiste en: una túnica, escapulario y capa toda de color blanco, con el escudo Mercedario en el pecho. Normalmente suele llevar otro escapulario pequeño en la mano que ofrece a los fieles, además de una corona, un cetro en la mano derecha y sostiene en la mano izquierda al Niño Jesús.
Panamá, 24 de septiembre de 2023.